miércoles, 23 de febrero de 2011

Futuro oscuro

Guerras, hambre, injusticias, paro, pobreza, contaminación. Este mundo está infectado de esas palabras. Todo este mal, todo ese daño viene producido por el hombre, el hombre que se supone que debe respetar y amar a los demás como miembros de un mismo género, de una misma especie. Pero ese mal no lo hemos elegido y lo peor de todo es muy difícil cambiarlo. Todo ese mal que asola a la mayoría de la población del planeta Tierra beneficia por otra parte a personas que se enriquecen a partir de las injusticias y las calamidades de un 98% de la población. Esos dueños del mundo que manejan el sentido y las estructuras que mueven y dominan a la población.

Los dueños poderosos siempre han existido, si, pero el problema es que antes sabíamos sus nombres y apellidos y ahora no sabemos quién o quienes nos dirigen, al fin y al cabo quién nos gobierna y nos manipula. Somos simples marionetas cuyos hilos son movidos por los grandes medios de comunicación, somos marionetas que actuamos según reglas establecidas hace mucho tiempo por religiones. Pero sobretodo somos trabajadores que necesitamos ganar nuestro jornal para sobrevivir. Y digo sobrevivir porque a día de hoy el hombre no vive, no disfruta de la vida por estar hasta el cuello, por no llegar a fin de mes y en otros casos por no poder llevar a sus hijos o a él mismo algo que comer a la boca.
 Es insultante para la inteligencia humana que a día de hoy, en un mundo tan rico, tan bello, existan todos estos males innecesarios. Los culpables aunque no tengan nombres ni apellidos son los hijos de aquellos que dominaron el mundo en el siglo pasado, pero no podemos saber con exactitud quienes son por vivir en un mundo globalizado y donde hay muchos secretos y documentos que jamás deben salir a la luz. Pero los culpables, los que no hacemos nada por cambiar esta situación y los que de verdad tenemos el poder somos nosotros, la gente trabajadora. Si, lo tenemos nosotros, lo que sucede es que nos han hecho ceder nuestro poder, nuestra opinión, nuestra conciencias a los dominantes, a un simple puñado de personas y convertirnos en borregos sumisos al amo.

 Las religiones han hecho su mal catastrófico para el pensamiento humano desde sus inicios. Es cierto que el hombre primitivo imaginó una deidad, construyó una serie de religiones que explicaban de forma mítica el porqué del crecimiento de las plantas, el porqué la muerte, etc. Pero es cuando se empezaron a conformar las primeras civilizaciones, cuando hubo una diferenciación entre dominantes y dominados, cuando se creó el Estado, es cuando esas religiones tan diversas e íntimas pasaron a formar parte y estar dirigidos por los poderosos ya fuesen reyes o sacerdotes. Y es de ese modo como comenzaron a difundirse y expandirse las religiones como el judaísmo, el cristianismo, las religiones paganas (véase Imperio Romano), el islamismo... Éstas adormecían el espíritu de saber, del conocimiento, de la crítica y el avance; infundando el miedo a la muerte, al pecado, a un dios que jamás existió.
 La diferenciación económica en clases sociales, entre pobres y ricos, entre dominantes y dominados han sido los que han provocado la injusticia y la desigualdad en la Tierra, apoyándose como no, en que su poder provenía de la propia deidad (ejemplo: faraón, emperador, reyes, etc). Para continuar dominando a las masas crearon el Estado, que en realidad es una dictadura donde siempre gobiernan los poderosos como en la antigua Roma, en la Corona de Castilla, en el Imperio Austo-húngaro. Lo que sucede a día de hoy es algo parecido, pero ya no los gobernantes de los Estados son los que de verdad parten en bacalao. Adam Smith creó y puso las bases de lo que de verdad domina la Economía mundial: el capitalismo. Éste necesita de Estados, si, pero Estados que cumplan una misión de medios de introducir dicho capitalismo en las masas. El capitalismo por ello está encima de los Estados, controla las deudas de los gobiernos, dictamina cuándo y dónde se tiene que invertir para sacar siempre el máximo beneficio sin importar si es necesario o no invertir en lugares más necesitados. Para que los capitalistas, los grandes empresarios se hiciesen tan poderosos como lo son hoy día necesitaron de un pacto con los Estados: el colonialismo.

La cuestión es que ya sabemos quienes causan tanto daño, sabemos que hay suficiente alimento y recursos para mantener en buenas condiciones a tres planetas como este y más. Lo que ocurre es que nos han inculcado el querer estar sin reaccionar, el pensar que ya cambiará todo por arte de magia. Pero no, no es para nada así. Debemos reaccionar, debemos ser el motor que cambie de una vez por todas este puto mundo. Debemos luchar por una Revolución mundial que de el control y el poder a los que anteriormente hemos sido los dominados. Despertemos. Cuando hagamos esto podremos construir como hermanos un mundo justo, libre, rico, limpio y en paz.

Con la esperanza y el amor por el ser humano y su inteligencia se despide MisterBdoble

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